Jenófanes de Colofón, filósofo presocrático, consideraba inmerecida la admiración que se tenía por los atletas en la antigua Grecia; pues la sabiduría era muy superior a la fuerza física.
Actualmente es indiscutible la preponderancia del conocimiento, sin embargo, casi se venera a los deportistas.
Jenófanes también criticaba a las divinidades griegas a quienes reputaba actitudes inmorales. A propósito de este tema, también criticaba la antropomorfismo de los dioses, ya que según esto cada especie retrataría a su dios a su imagen y semejanza; por ejemplo, decía que si los leones tuvieran que crear un dios lo harían en forma de león.
Actualmente muchas religiones siguen cayendo en este error, se supone que dios es infinitamente superior, pero lo ofenden al creerlo tan simple como para parecérceles.
Parménides de Elea, probablemente el filósofo más importante de los presocráticos por introducir la idea del ente. Planteó la imposibilidad del movimiento de ente, es decir, los cambios que hacen posible el movimiento se dan en los sentidos; pero el ente permanece inmóvil. Por ejemplo, los colores se perciben diferentes para un hombre y para un perro, igualmente hay sonidos que serían intolerables para un animal, pero agradables para otro.
Aquí empieza la distinción de dos mundos, el de la verdad y el de la apariencia. El primero corresponde al ser en sí y el segundo al derivado de los sentidos.
Una conclusión importante de Parménides fue que la física era imposible ya que no es posible el movimiento, que es el campo de estudio del ser por parte de esta ciencia.
Zenón prueba la imposibilidad del movimiento con un ejemplo en el que Aquiles, que corre nueve veces más que la tortuga, nunca la alcanzaría siempre y cuando esta última tenga una ventaja. Porque mientras que Aquiles recorra la ventaja para alcanzar a la tortuga entonces esta va a estar un décimo de esa distancia adelante y cuando Aquiles quiera alcanzar nuevamente a la tortuga, esta va a estar como en el caso anterior un décimo adelante y así infinitamente.
Empédocles de Agrigento fue otro filósofo presocrático que es conocido por haber planteado como el origen de todas las cosas a la interacción de los cuatro elementos tradicionales (agua, aire, tierra y fuego). Lo curioso es que aquí se introducen dos nuevos conceptos: el amor y el odio. Así pues, el movimiento resulta de la mezcla y separación de distintos elementos por acción del amor y el odio, respectivamente. Es decir, todo es un ciclo que se repite incesantemente.
viernes, 20 de julio de 2012
Los sofistas y Sócrates
Sobre los sofistas se sabe que este movimiento apareció en Grecia en el siglo V a.C. y en parte envileció y rebajo la filosofía a simples opiniones cuyo único objetivo era convencer, olvidándose de la verdad; aunque hubieron destacados sofistas como Protágoras de Abdera y Gorgias de Leontinos.
Lo bueno de la actitud sabionda sofista fue que cambió el horizonte griego para volver la mirada al hombre después de varios siglos intentando explicar el cosmos. Esta nueva perspectiva nace de la polémica que mantuvo Sócrates con los sofistas acerca de problemas éticos y morales, es decir, relativos al ser, al hombre.
Sócrates se preocupa mucho por el hombre el cual tiene como fin supremo en la vida ser virtuoso. Su pensamiento se conoce por medio de los diálogos de Platón, pues Sócrates no escribió nada. Las razones fueron porque según él un libro o discurso es vulnerable ante las críticas y en ese momento no hay alguien que defienda su contenido. Además esto se podría prestar a que algunos escriban sin hacerse responsables de las consecuencias o que los lectores malinterpretaran el escrito. También era muy importante para Sócrates que las personas no crean que en un libro termina toda la indagación intelectual que debe cundir en el ser humano, el mismo que debe buscar la verdad por sí mismo y no de segunda mano. Así pues, fue decisión del maestro no producir nada ya que tenía sus razones bien fundadas, por cierto.
Sobre la transmisión del pensamiento socrático, hubieron dos fuentes principales representadas por dos de sus discípulos: Platón y Jenofonte. Las versiones de estos dos filósofos acerca de su maestro difieren esencialmente en algunos casos, sin embargo, los escritos platónicos son más extensos y sobretodo encumbran al primer gran filósofo griego como el sabio por excelencia.
Lo bueno de la actitud sabionda sofista fue que cambió el horizonte griego para volver la mirada al hombre después de varios siglos intentando explicar el cosmos. Esta nueva perspectiva nace de la polémica que mantuvo Sócrates con los sofistas acerca de problemas éticos y morales, es decir, relativos al ser, al hombre.
Sócrates se preocupa mucho por el hombre el cual tiene como fin supremo en la vida ser virtuoso. Su pensamiento se conoce por medio de los diálogos de Platón, pues Sócrates no escribió nada. Las razones fueron porque según él un libro o discurso es vulnerable ante las críticas y en ese momento no hay alguien que defienda su contenido. Además esto se podría prestar a que algunos escriban sin hacerse responsables de las consecuencias o que los lectores malinterpretaran el escrito. También era muy importante para Sócrates que las personas no crean que en un libro termina toda la indagación intelectual que debe cundir en el ser humano, el mismo que debe buscar la verdad por sí mismo y no de segunda mano. Así pues, fue decisión del maestro no producir nada ya que tenía sus razones bien fundadas, por cierto.
Sobre la transmisión del pensamiento socrático, hubieron dos fuentes principales representadas por dos de sus discípulos: Platón y Jenofonte. Las versiones de estos dos filósofos acerca de su maestro difieren esencialmente en algunos casos, sin embargo, los escritos platónicos son más extensos y sobretodo encumbran al primer gran filósofo griego como el sabio por excelencia.
Platón y el orden social en la ciudad
Desde el siglo IV a.C. ya se concebía acaso el mejor orden justo para una sociedad. Platón dividía a la ciudad en tres clases sociales, esto haciendo un parangón con el alma que también se componía de tres partes.
La ciudad se conformaba por el pueblo, los vigilantes y los filósofos; estos últimos son los encargados de gobernar y dirigir todas las clases, los vigilantes se encargaban de resguardar la ciudad ante las posibles amenazas internas y externas, y el pueblo era la clase productora sometida a clases superiores de las cuales recibe protección, educación y una vida justa, es decir: el eje de este tipo de sociedad platónica era la justicia.
Según Platón las dos clases superiores no deben tener preferencias ni intereses particulares de ningún tipo, por eso la propiedad y la familia solo existen para el pueblo; los bienes, mujeres e hijos de las clases superiores pertenecen al estado. Así los directivos deben subordinarlo todo al bien común.
Sobre la educación en esta sociedad ideal, debe ser similar para hombres y mujeres, e instruir básicamente a los ciudadanos para después seleccionar a los más aptos para conformar las clases superiores, y de estos - con una preparación superior - saldrán los filósofos encargados de gobernar la polis.
En resumen, en la polis platónica se subordina categóricamente el interés individual al social. Esto se parece mucho más al comunismo que al capitalismo; en realidad no se parece en casi nada al último y creo que no se le puede comparar, quizá la contrariedad seria el único punto de medición. No obstante, si es comparable al comunismo aunque la visión platónica es muy superior.
La ciudad se conformaba por el pueblo, los vigilantes y los filósofos; estos últimos son los encargados de gobernar y dirigir todas las clases, los vigilantes se encargaban de resguardar la ciudad ante las posibles amenazas internas y externas, y el pueblo era la clase productora sometida a clases superiores de las cuales recibe protección, educación y una vida justa, es decir: el eje de este tipo de sociedad platónica era la justicia.
Según Platón las dos clases superiores no deben tener preferencias ni intereses particulares de ningún tipo, por eso la propiedad y la familia solo existen para el pueblo; los bienes, mujeres e hijos de las clases superiores pertenecen al estado. Así los directivos deben subordinarlo todo al bien común.
Sobre la educación en esta sociedad ideal, debe ser similar para hombres y mujeres, e instruir básicamente a los ciudadanos para después seleccionar a los más aptos para conformar las clases superiores, y de estos - con una preparación superior - saldrán los filósofos encargados de gobernar la polis.
En resumen, en la polis platónica se subordina categóricamente el interés individual al social. Esto se parece mucho más al comunismo que al capitalismo; en realidad no se parece en casi nada al último y creo que no se le puede comparar, quizá la contrariedad seria el único punto de medición. No obstante, si es comparable al comunismo aunque la visión platónica es muy superior.
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