Desde el siglo IV a.C. ya se concebía acaso el mejor orden justo para una sociedad. Platón dividía a la ciudad en tres clases sociales, esto haciendo un parangón con el alma que también se componía de tres partes.
La ciudad se conformaba por el pueblo, los vigilantes y los filósofos; estos últimos son los encargados de gobernar y dirigir todas las clases, los vigilantes se encargaban de resguardar la ciudad ante las posibles amenazas internas y externas, y el pueblo era la clase productora sometida a clases superiores de las cuales recibe protección, educación y una vida justa, es decir: el eje de este tipo de sociedad platónica era la justicia.
Según Platón las dos clases superiores no deben tener preferencias ni intereses particulares de ningún tipo, por eso la propiedad y la familia solo existen para el pueblo; los bienes, mujeres e hijos de las clases superiores pertenecen al estado. Así los directivos deben subordinarlo todo al bien común.
Sobre la educación en esta sociedad ideal, debe ser similar para hombres y mujeres, e instruir básicamente a los ciudadanos para después seleccionar a los más aptos para conformar las clases superiores, y de estos - con una preparación superior - saldrán los filósofos encargados de gobernar la polis.
En resumen, en la polis platónica se subordina categóricamente el interés individual al social. Esto se parece mucho más al comunismo que al capitalismo; en realidad no se parece en casi nada al último y creo que no se le puede comparar, quizá la contrariedad seria el único punto de medición. No obstante, si es comparable al comunismo aunque la visión platónica es muy superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario