martes, 24 de septiembre de 2013

Nicolás de Cusa

Nicolás Krebs nació en Cusa (Kues) en 1401, de ahí su nombre. Murió en 1464. Fue un filósofo peculiar, pues además de tener una formación escolástica, también está en él el germen de la filosofía moderna. Su obra es copiosa, la más importante es De docta ignorantia.

Nicolás de Cusa plantea un Dios redentor que es la unión de lo finito y lo infinito. Lo finito es al hombre y al mundo como lo infinito es a Dios. Esta unión es la idea central de su filosofía. Hay varias formas de conocer: primero están los sentidos que no bastan al no ser confiables, como segunda forma está el entendimiento que abstrae lo que perciben los sentidos, como tercera forma está el intelecto o la razón que conduce a la verdad de Dios. Esta verdad hace comprender que el infinito es inaccesible, así la docta ignorantia se convierte en el saber por excelencia.

El filósofo cusano exalta la diferencia entre la mente humana y la mente divina. Las cosas están en Dios y son modelos en su mente, en la mente humana esas mismas cosas son solo semejanzas de las que están en Dios. La mente divina da vida u origina las cosas, la mente humana solo las asimila.

Por fin, Nicolás de Cusa sostiene un individualismo dentro del universo, cada cosa es una parte individual de todo el cosmos, cada una refleja a su manera el universo. Los hombres reflejan el mundo, cada uno a su modo como microcosmos. Esto es un primer esquema del concepto de las mónadas de Gottfried Leibniz.


lunes, 16 de septiembre de 2013

El Renacimiento

Cuando terminó la Edad Media estaba en crisis la teología después del alejamiento de Dios que se había ido produciendo desde la escolástica de Escoto y Ockam. Así, cimbreaban los cimientos de toda la estructura medieval y la iglesia. Se siente repulsión por la teología. Comienza la preocupación por el hombre luego de renunciar a Dios. Algunos de los intelectuales egregios de estos albores renacentistas fueron Thomas Hobbes, Nicolás Maquiavelo y Tomás Moro.

Se inicia el ascenso de lo natural, se prefiere todo lo que provenga de la naturaleza. El humanismo se impone y se convierte en la nueva religiosidad, se ataca a la Escolástica. Lo natural se expande a todas las esferas y no se limita solo al hombre, incluso una religión natural que sería el resultado de desagregar cuestiones sobrenaturales como la revelación o los dogmas cristianos.

El renacimiento se trata, pues, de volver a lo antiguo y rechazar lo medieval y todo lo que eso significa incluida la idea de Dios. Se trata de desechar la Escolástica y volver a la meditación griega. Aristóteles no resultaba atractivo por las continuas deformaciones que había sufrido en el Medioevo. Platón, en cambio, interesaba por hablar del alma y del amor. Asimismo, los estoicos deslumbraban al tratar del hombre, empatizando así con el humanismo.

Dentro de la filosofía renacentista hay dos focos divergentes uno de los cuales es el del Renacimiento que consiste en la oposición a la Edad Media y el otro es la corriente que continúa la filosofía medieval escolástica.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Sobre Dios: Duns Escoto y Ockam

Juan Duns Escoto nació en Escocia y vivió entre los años 1266 y 1308. Murió prematuramente y fue uno de los pocos filósofos precoces que hubieron. Perteneció a la Orden de San Francisco. Su obra principal fue Opus oxoniense. 

Contrariamente a lo que propuso Santo Tomás, para Duns Escoto la divergencia entre la filosofía y teología se hace notar. La teología es lo que se conoce por revelación y tiene un origen sobrenatural, en cambio la filosofía es producto de la razón y tiene un origen natural.

Duns Escoto acepta el argumento ontológico de Santo Tomás aunque con algunos cambios. Si Dios es posible entonces existe, no puede ser imposible porque está en el entendimiento de las personas. Así, su posibilidad hace que exista, y como en Dios todo es positivo y nada es negativo entonces necesariamente tiene que existir porque en él nada se puede contradecir.

Guillermo de Ockam fue un filósofo inglés que vivió en la primera mitad del siglo XIV. Igual que Duns Escoto, fue franciscano. Sus obras fueron divididas en filosóficas y teológicas.

Ockam separa aún más a la filosofía y la teología. La teología depende de la fe y en su creencia no tiene cabida la razón, la fe no es compatible con la razón, por eso la filosofía no se puede conectar a la teología. Dios no tiene nada que ver con la razón. Dios es omnipotencia, voluntad sin límites, ni siquiera los de la razón. Así pues, en este contexto empieza el proceso conocido como la pérdida de Dios.


sábado, 7 de septiembre de 2013

Las cinco vías de Santo Tomás

Santo Tomás no admite la prueba ontológica de San Anselmo y prefiere demostrar la existencia de Dios a través de cinco formas que son llamadas las cinco vías.

Primero, por el movimiento. Todo lo que se mueve es a su vez movido por otro objeto, este objeto a su vez es movido por otro, este último se mueve por la acción de otro y así sucesivamente hasta el infinito. Pero sería imposible porque todo movimiento tuvo que tener un inicio, si fue movido por otro entonces empezó a moverse por ese otro. Sin embargo, tuvo que haber un motor inicial que no haya sido movido por nada y que haya originado todo los movimientos, pues sin ese motor inmóvil no habría un principio de todos los movimientos. Pues bien, ese motor principal es Dios.

Segundo, por la causa eficiente. Toda causa tiene un efecto, ese efecto origina otra causa. Es decir, todo es causa de otra cosa, nada es causa de sí mismo; por ejemplo no se puede decir que un tomate es rojo porque es rojo. Entonces tuvo que haber una primera causa, algo que provocó todo y no fue causado por nada, eso que al no tener causa es causa de sí mismo, es Dios.

Tercero, por lo posible y lo necesario, o por la contingencia. Las cosas pueden existir o no existir, pueden ser o no ser; debido a la generación y la corrupción, a la creación y a la destrucción. Todo lo que existe en algún momento no existió o dejará de existir porque nada es indispensable o necesario para siempre. Así, en algún momento nada existió y tuvo que haber algo que existiera gracias a sí mismo, un ente necesario por sí mismo, esto es Dios.

Cuarto, por los grados de la perfección. Todos los objetos son más o menos perfectos, todas las perfecciones son relativas, algunas se acercan a las absolutas. Solo hay un ente que es perfecto en su totalidad o que goza de una perfección absoluta, Dios.

Quinto, por el gobierno del mundo. Todo el mundo tiene un orden, la dirección que se sigue no es aleatoria sino que la naturaleza es ordenada por algo que la empuja a un fin. Este ser inteligente que orienta al mundo es Dios.


martes, 3 de septiembre de 2013

Santo Tomás y Aristóteles

Tomás de Aquino nació y murió en Italia, vivió entre 1225 y 1274. En 1239 viajó a Nápoles para estudiar las siete artes liberales, el trívium (gramática, retórica y dialéctica) y el quadrívium (aritmética, geometría, astronomía y música). En 1244 conoce a Alberto Magno y toma el hábito de la Orden de Santo Domingo. En 1252, en París, se convierte en maestro de teología. Su muerte se da durante un viaje para asistir al segundo Concilio de Lyon.

Santo Tomás dedicó toda su vida al estudio, teniendo a la religión como motor de su teología y filosofía. Su personalidad afectuosa irradiaba a sus amigos más cercanos. La iglesia lo llamó Doctor Angelicus. Sus obra es copiosa, entre las más importantes están los Comentarios a Aristóteles, los Opúsculos y, la cardinal, la Summa Theologiae.

Su pensamiento versa sobre la dogmática cristiana medieval y, sobretodo, Aristóteles. Hay una oportuna compatibilidad entre estos dos filósofos. Tanto así que sus doctrinas a menudo son equivalentes aunque, finalmente, Santo Tomás subordina la filosofía a la teología.

El problema peripatético fue el relativo al ser; el problema tomista, en cambio, gira en torno a las tres cuestiones de la Escolástica: la creación, Dios y los universales. Es esta, pues, la diferencia. Por tanto, la filosofía de Santo Tomás no solo se funda en el influjo del estagirita, sino también en la Escolástica; es la suma o síntesis de ambas doctrinas.


lunes, 2 de septiembre de 2013

San Buenaventura y el tomismo

Juan de Fidanza nació en 1221 y murió 1274, perteneció a la orden franciscana. Fue discípulo de Alejandro de Hales y se convirtió en su sucesor en la Universidad de París, también fue amigo de Santo Tomás. La iglesia lo llamó Doctor Seráfico. Su obra principal es Comentarios a las Sentencias.

Su pensamiento postula que el fin de los conocimientos humanos es Dios. Su inspiración agustiniana lo delata, pues para conocer a Dios hay que buscarlo en la naturaleza o mejor, en la propia alma; así se vuelve a la interioridad, de San Agustín y San Anselmo. San Buenaventura acepta como demostración de la existencia de Dios el argumento ontológico de San Anselmo.

Rivaliza con Santo Tomás respecto a la creación del mundo, San Buenaventura afirma que el mundo ha sido creado en el tiempo; mas Santo Tomás cree en la eternidad del mundo, o sea, que siempre ha existido.

San Buenaventura se convierte en una vertiente de especulación que más va a impactar en la filosofía moderna, porque en la filosofía medieval, especialmente en la Escolástica, más ha prevalecido el tomismo. Entre los discípulos de San Buenaventura estuvieron Mateo de Aquasparta, John Peckham y Ricardo de Middleton.