Durante los siglos XVI y XVII se gesta una nueva física que se basa en una ciencia natural muy diferente a la aristotélica y medieval. La idea de la naturaleza cambia y con ello la forma de entender la física, desde Copérnico hasta Newton.
Nicolás Copérnico planteó en su obra que el sol era el centro del sistema y la tierra junto con los demás planetas giraban en derredor de él. Aunque esto ya había sido propuesto por Aristarco de Samos en el siglo III a. C. Juan Kepler sintetizó las ideas copernicanas y formuló sus leyes de las órbitas planetarias. Kepler asegura el matematismo de la ciencia: "Nada puede conocer perfectamente el hombre más que magnitudes o por medio de magnitudes".
Galileo Galilei descubrió los satélites de Júpiter y es en él donde se torna diáfana la idea de la naturaleza. Como Bruno fue procesado por la Inquisición aunque Galileo sí se retractó, obligado, y se salvó.
Isaac Newton que vivió entre los años 1642 y 1727 fue quien condensó la física moderna. En 1687 publicó su obra, en la cual formula la ley de la gravitación universal y presenta las leyes de la dinámica más conocidas como las leyes de Newton.
Es importante también mencionar a Descartes que descubre la geometría analítica y a Leibniz que inventó el cálculo infinitesimal. Aunque estas eminencias intelectuales son más fecundos en la filosofía.